La desinfección de un local o vivienda se recomienda en diversas circunstancias, principalmente cuando existe un riesgo elevado de proliferación de patógenos o cuando se busca garantizar un ambiente seguro y saludable.
1. Después de una situación de alto riesgo:
Enfermedades infecciosas:
Tras la presencia de personas enfermas en el lugar, especialmente con enfermedades contagiosas como gripe, COVID-19 o gastroenteritis.
Después de inundaciones o fugas de aguas residuales, que pueden introducir bacterias y otros microorganismos dañinos.
Tras la presencia de animales muertos o excrementos, que pueden albergar patógenos.
2. Presencia de plagas:
Infestaciones de insectos o roedores:
Después de eliminar plagas como cucarachas, ratones o ratas, para eliminar los patógenos que puedan haber dejado.
En lugares donde se manipulan alimentos, como cocinas y restaurantes, para prevenir la contaminación.
Prevención de alergias: Para eliminar ácaros y otros alérgenos en hogares con personas sensibles.
3. Situaciones especiales:
Limpieza post-mortem:
Después de un fallecimiento en el lugar, para eliminar cualquier riesgo biológico.
Antes de ocupar un nuevo espacio:
Para asegurar un ambiente limpio y seguro, especialmente si se desconoce el historial del lugar.
Mudanza a nueva vivienda o local desocupado.